El patriarca de una tribu de pastores, aunque dotado con la autoridad que se le reconoce de sus funciones bélico-señoriales y sacerdotales, no goza, por lo general, de un poder despótico. Podría decirse lo mismo del «rey» de una pequeña comunidad donde, asimismo, ejerce un dominio muy limitado. Por otro lado, desde el mismo momento en que un genio militar fusionó a varias tribus de pastores en una única y poderosa masa de soldados, el poder despótico centralizado pasa a ser una consecuencia directa e inevitable.
Franz Oppenheimer. El Estado: Su historia y evolución desde el punto de vista sociológico