Queremos ser iguales, pero también queremos diferenciarnos, singularizarnos. Queremos ser únicos, especiales, pero queremos que nos traten como iguales y que no nos dejen de lado. Aspiramos a cosas aparentemente contradictorias como la individualidad y la universalidad. Nos sabemos al mismo tiempo miembros de una colectividad y especímenes raros. Nos pasamos la vida peleando para diferenciarnos de los demás y en reclamar igualdad cuando nos vemos desposeídos de alguna ventaja que siempre atribuimos a los otros.
Francisco Traver. Consejos al joven terapeuta