El perdón no está ahí sentado, como si fuera un chico guapo en un bar. El perdón es el viejo gordo al que tienes que arrastrar cuesta arriba. Tienes que decir «estoy perdonada» una y otra vez hasta que se convierte en la historia que crees sobre ti misma. Espero que lo hagas.
Cheryl Strayed. Pequeñas cosas bellas