Las rarezas solo afectan a la gente corriente. Las rarezas no afectan a la gente rara. Por eso la gente corriente se lo pasa mucho mejor, mientras que la gente rara siempre se queja de lo aburrido de la vida. Por eso también las nuevas novelas mueren tan rápidamente y los viejos cuentos de hadas perduran para siempre.
G.K. Chesterton. La ética en el país de los duendes