Si nos comparamos con las personas que vivieron solo hace unas generaciones, tenemos oportunidades mucho mayores de disfrutar de un buen rato, aunque no hay indicios de que realmente disfrutemos de la vida más que nuestros antepasados. Tener oportunidades no es suficiente. También necesitamos de las habilidades para utilizarlas. Necesitamos saber cómo controlar la conciencia (una habilidad que la mayoría de gente no ha aprendido a cultivar). Estamos rodeados por una inaudita gama de artefactos recreativos y de posibilidades de ocio, pero la mayoría de nosotros nos sentimos aburridos y vagamente frustrados.
Mihaly Csikszentmihalyi. Fluir: una psicología de la felicidad