Recuerda que no es lo mismo un insensato ante los ojos de los hombres que ante los ojos de los dioses. Puede estar lleno de la sabiduría más encantadora un hombre por completo ignorante de las formas del arte en su revolución, o los estados de ánimo del pensamiento en su progreso, la pompa del verso latino o la mayor riqueza musical del vocálico griego, la escultura toscana o la poesía isabelina. El verdadero insensato de quien los dioses se burlan o al que destruyen es el que no se conoce a sí mismo.
Oscar Wilde. Epistola: in carcere et vinculis (de profundis)