Usted es un romántico. -Y tú también. Pero soy un romántico práctico. Yo creo que hay que afirmar el conjunto de mentiras y verdades que son de uno hasta convertirlo en una cosa viva. Creo que hay que vivir con las locuras que uno tenga, cuidándolas y hasta aprovechándose de…
La ampliación del campo de batalla
Es lo que se llama la «ley del mercado». En un sistema económico que prohíbe el despido libre, cada cual consigue, más o menos, encontrar su hueco. En un sistema sexual que prohíbe el adulterio, cada cual se las arregla, más o menos, para encontrar su compañero de cama. En…
El hombre trabajador
De esto resulta que el hombre (el trabajador) solo se siente libre en sus funciones animales, en el comer, beber, engendrar, y todo lo más en aquello que toca a la habitación y al atavío, y en cambio en sus funciones humanas se siente como animal. Karl Marx. Manuscritos económicos…
Sexualidad
La sexualidad es un sistema de jerarquía social. Michel Houellebecq. Ampliación del campo de batalla
Relaciones humanas
Esta progresiva desaparición de las relaciones humanas plantea ciertos problemas a la novela. ¿Cómo acometer la narración de esas pasiones fogosas, que duran varios años, cuyos efectos se dejan sentir a veces en varias generaciones? Estamos lejos de Cumbres borrascosas, es lo menos que puede decirse. La forma novelesca no…
Deseo y culpabilidad
Nuestro deseo de vivirlo todo hasta el final siempre hallará el obstáculo de la culpabilidad. Anaïs Nin
La cosificación
El hecho de saber que actúo cosificando me cosifica… Por tanto la praxis cosificante no es solo cosificadora de la persona sobre la que recae la acción, sino que revierte sobre mí y me aliena, a su vez, cosificándome. Carlos Castilla del Pino
Ser consciente
La conciencia de la enajenación no libera de la enajenación. No deja uno de estar alienado por el hecho de ser consciente de la alienación en que está. Carlos Castilla del Pino

Ser libres
No enseñar lo que se debe desear. Enseñar a ser libres. David Foster Wallace. La broma infinita
Ser ateo
Soy ateo, gracias a Dios. Luis Buñuel