Escucha, cómo se queja esta flauta de caña, cómo cuenta la historia de las separaciones: Desde que me cortaron del cañaveral, mi lamento ha hecho llorar a hombres y mujeres. Mi corazón se ha hecho pedazos por la separación, quiero compartir el dolor del anhelo. En verdad, quien se ha alejado, busca el momento de la unión. Lloré y gemí en cada asamblea, me volví compañero de los buenos y de los malos. Cada uno pensó que era su amigo, pero nadie buscó los secretos dentro de mí.
Mi secreto no es diferente de mi lamento, pero para todos los ojos y oídos, ese secreto no es luz. El cuerpo no está escondido del alma, ni el alma del cuerpo, sin embargo, nadie tiene permiso para ver el alma. El sonido de esta flauta es fuego, no aire; ¡Que aquellos que no tengan este fuego sean nada! Es el fuego del amor lo que está en la flauta, es la pasión del amor lo que ha caído en el vino. La flauta es la compañera de quien se ha separado de su amigo, su música ha roto nuestros velos.
Rumi