Un desacuerdo explicativo constituye una invitación a una reflexión responsable acerca de la coexistencia y no a una negación irresponsable del otro.
Humberto Maturana
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Un desacuerdo explicativo constituye una invitación a una reflexión responsable acerca de la coexistencia y no a una negación irresponsable del otro.
Humberto Maturana
«¿Qué vamos a hacer al respecto?» es una pregunta que sólo formulan quienes no comprenden el problema. Si un problema puede resolverse, comprenderlo y saber qué hacer al respecto son una y la misma cosa. Por otro lado, hacer algo con respecto a un problema que uno no comprende es como tratar de eliminar la oscuridad apartándola con las manos. Cuando se hace la luz, la oscuridad se desvanece de inmediato.
Alan Watts. La Sabiduría de la inseguridad
La vida nos enseña el siguiente gran principio: lo que parece no es lo que es. Las personas no son lo que parecen. Hay una naturaleza oculta que espera escondida detrás de una fachada de rasgos. No importa lo que digan, no importa cómo se comporten, la única manera que tenemos de conocer a los personajes a fondo es a través de sus decisiones cuando están sometidos a presión.
Robert McKee. El guion
Al hombre siempre se le abrían tres posibilidades ante el encuentro con el Otro: podía elegir la guerra, aislarse tras una muralla o entablar un diálogo.
Ryszard Kapuściński. Encuentro con el Otro
El choque de civilizaciones no es una invención moderna, pues ha acompañado a la humanidad a lo largo de toda su historia. Sin embargo, hay que tener presente que el conflicto, el choque, no es más que una forma –y no necesariamente inevitable– de contacto entre civilizaciones. La otra, que se da incluso con más frecuencia, consiste en el intercambio, que a menudo se produce al mismo tiempo y en el mismo marco que el choque.
Ryszard Kapuściński. Encuentro con el Otro
La experiencia humana demuestra que en un primer momento el hombre, por un reflejo, reacciona ante el Otro con desconfianza, recelo, aprensión y a veces incluso con hostilidad. Todos nosotros, miembros del género humano, a lo largo de la historia nos hemos asestado demasiados golpes, nos hemos infligido demasiado dolor, para que las cosas sean de otra manera. De ahí que civilizaciones enteras se distinguieran por su sentimiento de excepcionalidad y su ostracismo frente al Otro.
A los no griegos, los griegos los llamaban bárbaros, es decir, seres que emitían balbuceos incomprensibles; y como no había manera de entenderlos, más valía mantenerlos a distancia. A distancia y en inferioridad. Para separarse de los Otros, los romanos levantaban sus limes, grandes redes de fronteras fortificadas. A los que llegaban de ultramar los chinos los llamaban Yang Kui, o sea, monstruos marinos, y también intentaban mantenerlos a raya.
Ryszard Kapuściński. Encuentro con el Otro
En realidad, si afirmamos con tanta pasión nuestras diferencias es precisamente porque somos cada vez menos diferentes. Porque, a pesar de nuestros conflictos, de nuestros seculares enfrentamientos, cada día que pasa reduce un poco más nuestras diferencias y aumenta un poco más nuestras similitudes.
Amin Maalouf. Identidades asesinas
La mayoría de los seres humanos creen que la vida ofrece experiencias completas de cambio absoluto e irreversible; que sus mayores fuentes de conflicto se encuentran en su exterior; que son los únicos protagonistas activos de su propia existencia; que su existencia opera a través de un tiempo continuo y dentro de una realidad coherente y causalmente conectada; y que dentro de esa realidad se producen unos acontecimientos que tienen causas explicables llenas de significado.
Desde que nuestro primer antepasado miró al fuego que él mismo había encendido y pensó: «Soy», los seres humanos han visto el mundo y a sí mismos en él. El diseño clásico es un espejo que refleja la mente humana.
Robert McKee. El guion
Se espera que hasta el más humilde de los miembros del Partido sea competente, laborioso e incluso inteligente —siempre dentro de límites reducidos, claro está—, pero siempre es preciso que sea un fanático ignorante y crédulo en el que prevalezca el miedo, el odio, la adulación y una continua sensación orgiástica de triunfo. En otras palabras, es necesario que ese hombre posea la mentalidad típica de la guerra. No importa que haya o no haya guerra y, ya que no es posible una victoria decisiva, tampoco importa si la guerra va bien o mal.
George Orwell. 1984
El florecimiento de una persona surge de la experiencia de lo novedoso: nuevas situaciones, nuevos problemas, nuevas visiones de las cosas y nuevas ideas que desarrollar y compartir.
Edmund Phelps. Una prosperidad inaudita