Todas las personas se parecen más de lo que difieren entre sí. Casi todos queremos las mismas cosas en la vida. Pero esas ligeras diferencias generan emoción, y la emoción genera una sensación de importancia. Por lo tanto, acabamos por percibir nuestras diferencias como algo mucho más importante que nuestras similitudes. Y esa es la verdadera tragedia del hombre. Que estamos condenados al conflicto eterno por la más mínima diferencia.
Mark Manson. Todo está jodido