Muchos hombres viven dispersos por el vasto mundo, en países alejados entre sí, y poco o nada tienen en común, pero un día pasarán ante la isla de las sirenas y se ahogarán de la misma manera.
Maria Corti. El canto de las sirenas
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Muchos hombres viven dispersos por el vasto mundo, en países alejados entre sí, y poco o nada tienen en común, pero un día pasarán ante la isla de las sirenas y se ahogarán de la misma manera.
Maria Corti. El canto de las sirenas
Cada ser contiene en sí mismo todo el mundo inteligible. De ahí que Todo está en todas partes. Cada uno es Todo, y Todo es cada uno. El hombre, tal cual es ahora, ha cesado de ser el Todo. Pero cuando deja de ser un individuo, se eleva de nuevo y penetra el mundo entero.
Plotino
Una cultura ilustrada desaprobará al macho alfa, los fans de Clint Eastwood lo exaltarán; pero el macho alfa ni está socialmente construido, ni es socialmente dependiente, ni mentedependiente. El macho alfa es naturaleza desde el momento en que la naturaleza admite estructuraciones jerárquicas, es más, es intrínsecamente jerárquica; y todo el esfuerzo de la cultura consiste en deconstruir esta jerarquía y en reducir la desventaja física con respecto a la naturaleza por medio de la técnica.
Maurizio Ferraris. Movilización total
Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad. ¿Pero es de verdad terrible el peso y maravillosa la levedad? La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será.
Milan Kundera. La insoportable levedad del ser
Y si piensas que los hombres duros son peligrosos, espera a ver de lo que son capaces los débiles.
Jordan Peterson. 12 reglas para vivir: un antídoto al caos
He aquí otra teoría alternativa: a lo largo de la historia, tanto los hombres como las mujeres lucharon de forma titánica en pos de la libertad desde los estremecedores horrores de la privación y la necesidad. A menudo las mujeres se encontraban en desventaja en esa lucha, puesto que tenían las mismas vulnerabilidades que los hombres, a las que se sumaban la carga reproductiva y una menor fuerza física.
Además de la suciedad, la miseria, la enfermedad, el hambre, la crueldad y la ignorancia que caracterizaban las vidas de ambos sexos antes del siglo XIX (cuando incluso en el mundo occidental la gente subsistía con lo que hoy equivaldría a un dólar o un euro), las mujeres también tenían que lidiar con la importante molestia práctica que supone la menstruación, la elevada probabilidad de un embarazo no deseado, el riesgo de muerte o de graves daños durante el parto y la carga que representaban demasiados niños pequeños.
Quizá esto constituya motivo suficiente para explicar el diferente trato a hombres y mujeres a nivel legal y práctico que caracterizaba a la mayor parte de las sociedades antes de las recientes revoluciones tecnológicas, entre las que se incluye la invención de la píldora anticonceptiva. Por lo menos se trata de elementos que habría que tomar en consideración antes de dar por hecho como verdad aceptada que los hombres oprimieron a las mujeres.
Jordan Peterson. 12 reglas para vivir: un antídoto al caos