La ciencia no puede resolver el misterio fundamental de la naturaleza. Y esto es así porque, en el análisis final, nosotros mismos somos… parte del misterio que estamos intentado resolver.
Max Planck
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
La ciencia no puede resolver el misterio fundamental de la naturaleza. Y esto es así porque, en el análisis final, nosotros mismos somos… parte del misterio que estamos intentado resolver.
Max Planck
Ignorar es la condición previa para alcanzar conocimiento, es decir, para aprender. Aquel que se afana en aprender es por lo tanto un eterno ignorante. En esta hermosa contradicción radica una parte importante del devenir del ser humano por la existencia.
Jaime Buhigas. La sinfonía del universo
Todos tenemos nuestro lado oscuro. Pero «lado oscuro» no significa «lado malo», sino tan sólo que todos tenemos una cierta medida de perversión (« Algo de ratero en el fondo de nuestro corazón») y si nos damos cuenta de su presencia y la aceptamos, la vida es mucho más sabrosa. Según la tradición hebrea, el propio Dios puso desde el principio esta tendencia desviante, caprichosa o perversa en todos los seres humanos, tal vez para que la humanidad no se muriese de aburrimiento.
Ken Wilber. La conciencia sin fronteras
El ser humano nace y muere. Es evidente que esta es una certeza que el hombre adquirió desde su más remota existencia. El tiempo de vida del hombre es limitado. Sin embargo, el transcurrir del tiempo parece infinito. Pero analicemos esa infinitud. Curiosamente, el tiempo nos hace pasar por instantes determinados, que lejos de ser diferentes parece que se repiten con una determinada frecuencia. El sol sale por el horizonte, se alza pasado un tiempo en lo alto del firmamento y se pone transcurrido otro tiempo por el horizonte opuesto. La oscuridad se apodera entonces del mundo. Pero en algún momento el sol vuelve a surgir por donde lo hizo la vez anterior, para volver a ascender en el firmamento y completar el mismo proceso, una y otra vez.
Así, eternamente. El tiempo parece efectivamente eterno, sin embargo es cíclico. Lo cíclico y lo eterno parecen ir de la mano. Interesante, pues esto implica que la experiencia de lo eterno para el ser humano está íntimamente ligada a la experiencia de lo cíclico. Aunque, como ser humano, no puedo medir la eternidad, sí puedo medir cada fragmento de los que parece componerse. Cada trozo de eternidad que se repite, cada ciclo, puedo medirlo porque está acotado, tiene límites, posee principio y fin. Aquello que está dotado de principio y fin puede ser fragmentado en unidades menores. En este caso, unidades de tiempo. Así es como el ser humano no puede contar la eternidad, pero sí cada fragmento de la misma. ¿No es una hermosa contradicción?
Jaime Buhigas. La divina geometría
Las personas con dietas y ejercicios de respiración y demás, son usualmente sepulcros caminantes, ¡algunos de ellos blanqueados! El animal que piensa en su salud, ya está enfermo.
Aleister Crowley. A.M.R.I.T.A: Magick Sexual y Rejuvenecimiento
La naturaleza humana reclama (en la mayor parte de los casos) la satisfacción del instinto religioso, y para la mayoría, esto se logra por medio de ceremonias. Por tanto, mi deseo fue el de diseñar un ritual a través del cual la gente pudiera entrar en éxtasis, tal como lo ha hecho siempre bajo la influencia de los rituales apropiados. En los años recientes esto ha sido cada vez más difícil de conseguir, ya que los cultos establecidos chocan con las convicciones intelectuales de las personas, y ultrajan su sentido común. Como consecuencia, la mente de la gente termina criticando el poco entusiasmo que podrían sentir, y así quedan imposibilitadas para consumar la unión de sus almas individuales con el alma universal, de la misma manera que un novio no podría consumar su matrimonio si se le recordara continuamente que sus sentimientos son intelectualmente absurdos.
Aleister Crowley. The Confessions of Aleister Crowley
El choque de civilizaciones no es una invención moderna, pues ha acompañado a la humanidad a lo largo de toda su historia. Sin embargo, hay que tener presente que el conflicto, el choque, no es más que una forma –y no necesariamente inevitable– de contacto entre civilizaciones. La otra, que se da incluso con más frecuencia, consiste en el intercambio, que a menudo se produce al mismo tiempo y en el mismo marco que el choque.
Ryszard Kapuściński. Encuentro con el Otro
La experiencia humana demuestra que en un primer momento el hombre, por un reflejo, reacciona ante el Otro con desconfianza, recelo, aprensión y a veces incluso con hostilidad. Todos nosotros, miembros del género humano, a lo largo de la historia nos hemos asestado demasiados golpes, nos hemos infligido demasiado dolor, para que las cosas sean de otra manera. De ahí que civilizaciones enteras se distinguieran por su sentimiento de excepcionalidad y su ostracismo frente al Otro.
A los no griegos, los griegos los llamaban bárbaros, es decir, seres que emitían balbuceos incomprensibles; y como no había manera de entenderlos, más valía mantenerlos a distancia. A distancia y en inferioridad. Para separarse de los Otros, los romanos levantaban sus limes, grandes redes de fronteras fortificadas. A los que llegaban de ultramar los chinos los llamaban Yang Kui, o sea, monstruos marinos, y también intentaban mantenerlos a raya.
Ryszard Kapuściński. Encuentro con el Otro
La desaparición del mundo campesino del globo es una de las más grandes paradojas del mundo contemporáneo, porque producimos una cantidad de comida cada vez menor en proporción a una población en continuo crecimiento. La liquidación del mundo campesino, que es un fenómeno social y económico a escala mundial, consiste en un acto suicida global.
Ryszard Kapuściński. Los cínicos no sirven para este oficio
Dado que el bien y el mal son partes iguales de la naturaleza humana, el mal vence al bien con tanta frecuencia como el bien conquista al mal. Somos tanto ángeles como diablos. Si nuestras naturalezas se desviaran aunque fuera un poco hacia uno u otro, todos los dilemas sociales se habrían resuelto hace siglos. Pero estamos tan divididos que nunca sabemos, de un día para otro, cuál seremos. Un día construimos la catedral de Notre Dame y al siguiente Auschwitz.
Robert McKee. El guion