El materialista, como el maniático, vive en una prisión, la prisión de una sola idea.
G.K. Chesterton. La ética en el país de los duendes
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
El materialista, como el maniático, vive en una prisión, la prisión de una sola idea.
G.K. Chesterton. La ética en el país de los duendes
El amor a la verdad nos inmuniza contra la tentación de manipular a otras personas, y refuerza nuestras defensas frente a los intentos manipuladores de los demás. Esa apertura a la realidad y a la verdad impide que los sistemas de ideas se calcifiquen y degeneren en “ideologías”.
Alfonso López Quintás. La manipulación del hombre a través del lenguaje
Cada vez que te encuentras frente a una idea diferente, la rechazas. Prueba a observar las ideas de los demás sin rechazarlas, ni criticarlas, ni juzgarlas. Acéptalas inicialmente como válidas para ellos. Escoge y renueva la base de tu iceberg personal con ideas nuevas.
Carme Jiménez Huertas. Me estoy volviendo loca
Los teóricos de la conspiración –asustados por el alcance de lo que sí sabemos, prestos a rellenar los huecos, ansiosos por poder aportar un relato con profundidad espacio-temporal, apasionados y deseosos de identificar lo antes posible a los culpables y restituir la verdad– resultan interesantes no tanto en sí mismos, sino por ser síntoma de un mundo que se ha desbocado por completo.
Alain Deneault. Mediocracia
La idea de que es deber del hombre procurar que sus semejantes sean religiosos, ha sido la causa de todas las persecuciones religiosas que ha sufrido la humanidad; y si se admite esa idea, las persecuciones religiosas quedarán justificadas plenamente.
John Stuart Mill. Sobre la libertad
Puesto que es útil mientras dure la imperfección del género humano, que existan opiniones diferentes, del mismo modo será conveniente que haya diferentes maneras de vivir; que se abra campo al desarrollo de la diversidad de carácter, siempre que no suponga daño a los demás; y que cada uno pueda, cuando lo juzgue conveniente, hacer la prueba de los diferentes géneros de vida. En resumen, es deseable que, en los asuntos que no conciernen primariamente a los demás, sea afirmada la individualidad.
John Stuart Mill. Sobre la libertad
Si se abstiene de molestar a los demás en sus asuntos y el individuo se contenta con obrar siguiendo su propia inclinación y juicio, en aquellas cosas que sólo a él conciernen, las mismas razones que establecen que la opinión debe ser libre, prueban también que es completamente permisible que ponga en práctica sus opiniones, sin ser molestado, a su cuenta y riesgo.
John Stuart Mill. Sobre la libertad
Pues si el criterio fuera no ofender a aquellos cuya opinión se ataca, pienso yo que la experiencia prueba que ellos se considerarán como ofendidos, siempre que el ataque sea poderoso; y que todo oponente que les ataque fuerte, al que sea difícil responder, les parecerá, si muestra vigor al sustentar una opinión, un adversario inmoderado
John Stuart Mill. Sobre la libertad
Es seguro que toda verdad creída por hombres de poca capacidad será proclamada, inculcada, e incluso puesta en práctica, como si no existiera ninguna otra verdad en el mundo, o al menos otra que pueda limitar o modificar a la primera. Reconozco que ni la más libre discusión impide la tendencia de las opiniones a convertirse en sectarias; al contrario, suele suceder a menudo que ello la acrece y exacer-ba; aquella verdad que debiera haber sido advertida, pero que no lo fue, es rechazada con mayor violencia porque la proclaman personas consideradas como adversarias. Pero no es en el partidario apasionado, sino en el espectador calmoso y desinteresado, donde la colisión de opiniones produce un efecto saludable.
John Stuart Mill. Sobre la libertad
El hombre que no conoce más que su propia opinión, no conoce gran cosa.
John Stuart Mill. Sobre la libertad