Estas cinco cosas tendréis de vuestros padres, seis años después de salir del útero: la duración de vuestros días, vuestra suerte, vuestra riqueza, vuestra instrucción y vuestro túmulo.
Eric Berne
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Estas cinco cosas tendréis de vuestros padres, seis años después de salir del útero: la duración de vuestros días, vuestra suerte, vuestra riqueza, vuestra instrucción y vuestro túmulo.
Eric Berne
—¿Podría decirme qué camino debo tomar?
—Eso depende en gran medida de adónde quieras ir —dijo el gato.
—No me importa mucho… —respondió Alicia.
—Entonces no importa hacia dónde vayas.
Lewis Carroll. Alicia en el país de las maravillas
En sus memorias, Jung hace una notable declaración sobre el niño. La infancia, dice, «esboza de manera más completa que la edad adulta la imagen de sí mismo, del hombre entero en su pura individualidad». Y sigue diciendo que un niño moviliza en el adulto primitivas nostalgias de los deseos no realizados que se han perdido en el proceso de adaptarse a la civilización.
Thomas Moore. El cuidado del alma
Nos hemos dejado seducir por el mito del progreso, de modo que en el plano social damos por supuesto que somos más inteligentes y más evolucionados que nuestros antepasados, y en el plano personal estamos seguros de que los adultos somos más inteligentes que los niños. Esta fantasía de la evolución alcanza niveles muy profundos y afecta a muchos de nuestros valores.
Vivimos en un mundo jerárquico en el que nos defendemos de nuestra naturaleza primitiva mirando con desdén a las culturas menos desarrolladas, y nos defendemos del carácter eterno de nuestra infancia insistiendo en la necesidad de una elevación gradual que, por mediación del aprendizaje y de la complejidad tecnológica, nos saque del niño para introducirnos en el adulto.
Esto no es una iniciación auténtica que valore tanto la forma de existencia anterior como la recién alcanzada; es una defensa contra la humilde realidad del niño, una humildad que —por más que avergüence a la prometeica avidez de controlar la vida, característica del adulto— está llena de alma.
Thomas Moore. El cuidado del alma
Tal vez podrá haber una revolución del deseo, pero se tratará de una revolución conservadora, desde el momento que el deseo, al contrario de la razón, se reconduce a lo arcaico, a la infancia, a lo materno.
Maurizio Ferraris. Manifiesto del nuevo realismo
Sería, desde luego, muy hermoso que existiera un Padre omnipotente y una Providencia que cuidara de cada uno de nosotros, pero que no deja de ser curioso que esta construcción corresponda tan exactamente a lo que podemos desear cuando somos niños. Que la raíz del deseo religioso es la nostalgia del padre y el fantasma infantil de ser el centro del mundo.
Emmanuel Carrère. El Reino
La prerrogativa de la infancia: moverse sin dificultad entre la magia y el puré de patatas, entre el terror sin límites y la alegría explosiva.
Ingmar Bergman. Linterna mágica