Solo hay que intentar pensar y hablar de un modo cabal, sin tratar de arrastrar a los demás a nuestros propios gustos y puntos de vista; lo cual es una enorme tarea.
Jean de La Bruyère
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Solo hay que intentar pensar y hablar de un modo cabal, sin tratar de arrastrar a los demás a nuestros propios gustos y puntos de vista; lo cual es una enorme tarea.
Jean de La Bruyère
Sacrificamos lo mejor de nosotros, de nuestro arte o de nuestros pensamientos, ofrecemos sacrificios incesantes a la vacuidad.
Mircea Eliade. Fragmentarium
Los valores espirituales han sido identificados con niveles de realidad cada vez más bajos; el pensamiento, con el cerebro, el genio, con la locura, la santidad, con la sexualidad, el arte, con la coprofilia, la espiritualidad, con la lucha de clases, la cultura con la sangre del pueblo que la ha producido, etc. Esta «masificación» y empobrecimiento de la intervención del profano, del no-iniciado, responde, sin duda, a la estructura íntima del siglo XIX; siglo que juzgaba la validez de cualquier realidad apoyándose exclusivamente en criterios sensoriales.
Mircea Eliade. Fragmentarium
Dos personas tenderán a la sincronía cerebral en función de los pensamientos que decidan usar o tirar, en función de si elijo el camino de la confianza y la honestidad o del miedo y la corrupción. Poco importa la forma concreta que tomen los pensamientos.
Sergi Torres, David del Rosario. La biología del presente
Se debe encontrar también la forma. No basta con que a uno le salga de lo más profundo bendecir cualquier obviedad. Antes que nada hay que aparentar, en cada momento, que uno descubre la Luna de las Buenas Obras. Pensar “con corrección” es una especie de ciencia. Pensar “con corrección” es pensar bien pero con bastante virulencia aparente como para que el auditor o el lector tengan la impresión de que uno piensa por sí solo, y sobre todo muy peligrosamente, contra enemigos terribles, con una valentía inigualable.
Philippe Muray. El Imperio del Bien
Vi una reina, con un vestido dorado, y su vestido estaba lleno de ojos, y todos los ojos eran transparentes, como si fueran llamas ardiendo, y sin embargo parecían cristales. La corona que usaba en su cabeza tenía tantas coronas encima, una sobre la otra, como ojos había en su vestido. Se acercó a mí con una rapidez espantosa y puso su pie encima de mi cuello, y clamó en una voz terrible: «¿Sabes quién soy yo?». Y yo le dije: «¡Sí! Durante mucho tiempo me has causado dolor y miseria. Eres la parte de mi alma capaz de razonar».
Hadewijch de Brabante
Aprender de uno mismo significa tener la capacidad de observarse y de deducir, a partir de la observación, el estado en el cual funcionamos y lo que necesitamos corregir del mismo. Para poder observar nuestro interior, la herramienta fundamental es la concentración.
Jacobo Gringberg Zylberbaum. Fluir en el sin yo
Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo, botón de pensamiento que busca ser la rosa; se anuncia con un beso que en mis labios se posa el abrazo imposible de la Venus de Milo. Adornan verdes palmas el blanco peristilo; los astros me han predicho la visión de la diosa; y en mi alma reposa la luz como reposa el ave de la Luna sobre un lago tranquilo. Y no hallo sino la palabra que huye, la iniciación melódica que de la flauta fluye y la barca del sueño que en el espacio boga; y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente, el sollozo continuo del chorro de la fuente y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.
Rubén Darío
La información es como el tiempo y como el dinero: su valor depende solo de lo que hagas con ellos, porque en sí mismos son absolutamente inútiles. Da igual a cuánta información tengas acceso si no sabes cómo emplearla, y sobre todo con qué objeto. La información se convierte en un tesoro en la medida en la que nos ayuda a pensar, a crear, a comprender, a ser, a estar presentes.
Jaime Buhigas. Laberintos
Hay dos maneras de conocer, que los místicos llaman Meditación y Contemplación. La Meditación es aquel enlace de razonamientos por donde se llega a una verdad, y la Contemplación es la misma verdad deducida cuando se hace substancia nuestra, olvidado el camino que enlaza razones a razones, y pensamientos con pensamientos.
Ramón María del Valle-Inclán. La lámpara maravillosa