El sabio encuentra motivos para ser feliz con todo; el ignorante no se satisface con nada.
Jacobo Gringberg Zylberbaum. Fluir en el sin yo
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
El sabio encuentra motivos para ser feliz con todo; el ignorante no se satisface con nada.
Jacobo Gringberg Zylberbaum. Fluir en el sin yo
Más allá de las ideas sobre el bien y el mal existe un campo. Allí te esperaré.
Rumi
Para ver el mundo en un grano de arena, y el Cielo en una flor silvestre, abarca el infinito en la palma de tu mano y la eternidad en una hora.
William Blake
Todos tenemos nuestro lado oscuro. Pero «lado oscuro» no significa «lado malo», sino tan sólo que todos tenemos una cierta medida de perversión (« Algo de ratero en el fondo de nuestro corazón») y si nos damos cuenta de su presencia y la aceptamos, la vida es mucho más sabrosa. Según la tradición hebrea, el propio Dios puso desde el principio esta tendencia desviante, caprichosa o perversa en todos los seres humanos, tal vez para que la humanidad no se muriese de aburrimiento.
Ken Wilber. La conciencia sin fronteras
Alma mía, que gimes por asomarte fuera de la cárcel obscura, enlaza en un acorde tus emociones, perpetúalas en un círculo y tendrás la clave de los enigmas. Descubre la norma de amor o de quietud que te haga centro, y tocarás con las alas el Infinito. Pon en todas tus horas un enlace místico, y en la que llega vierte todo el contenido de la hora anterior, tal como el vino añejo del ánfora pequeña se trasiega en otra más capaz y se junta con el de las nuevas vendimias.
Para romper tu cárcel de barro, colócate fuera de los sentidos, y haz por comprender el misterio de las horas, por persuadirte de que no fluyen y que siempre perdura el mismo momento. Que sean tus emociones como los círculos abiertos por la piedra en el cristal del agua, y que en la última se contenga toda tu Vida.
Ramón María del Valle-Inclán. La lámpara maravillosa
Consideramos las horas y las vidas como yuxtaposición de instantes, como eslabones de una cadena, cuando son círculos concéntricos al modo que los engendra la piedra en la laguna.
Ramón María del Valle-Inclán. La lámpara maravillosa
El ser humano nace y muere. Es evidente que esta es una certeza que el hombre adquirió desde su más remota existencia. El tiempo de vida del hombre es limitado. Sin embargo, el transcurrir del tiempo parece infinito. Pero analicemos esa infinitud. Curiosamente, el tiempo nos hace pasar por instantes determinados, que lejos de ser diferentes parece que se repiten con una determinada frecuencia. El sol sale por el horizonte, se alza pasado un tiempo en lo alto del firmamento y se pone transcurrido otro tiempo por el horizonte opuesto. La oscuridad se apodera entonces del mundo. Pero en algún momento el sol vuelve a surgir por donde lo hizo la vez anterior, para volver a ascender en el firmamento y completar el mismo proceso, una y otra vez.
Así, eternamente. El tiempo parece efectivamente eterno, sin embargo es cíclico. Lo cíclico y lo eterno parecen ir de la mano. Interesante, pues esto implica que la experiencia de lo eterno para el ser humano está íntimamente ligada a la experiencia de lo cíclico. Aunque, como ser humano, no puedo medir la eternidad, sí puedo medir cada fragmento de los que parece componerse. Cada trozo de eternidad que se repite, cada ciclo, puedo medirlo porque está acotado, tiene límites, posee principio y fin. Aquello que está dotado de principio y fin puede ser fragmentado en unidades menores. En este caso, unidades de tiempo. Así es como el ser humano no puede contar la eternidad, pero sí cada fragmento de la misma. ¿No es una hermosa contradicción?
Jaime Buhigas. La divina geometría
Kundalini, en términos psicológicos, es aquello que nos impulsa a realizar las mayores aventuras. A veces uno se dice: «¡Maldita sea! ¡Cómo se me ocurrió intentar semejante cosa!». Pero si me doy la vuelta, mi vida queda despojada de toda aventura, mi vida ya no es nada: ha perdido su encanto. Es la búsqueda la que hace vivible la vida, y esto es Kundalini, la pulsión divina.
Carl Gustav Jung. La psicología del yoga Kundalini
El símbolo mitológico del héroe que mata a la bestia debe analizarse con cuidado y con la mente muy alejada de la maniquea pandemia audiovisual hollywoodiense. Metafóricamente, no se trata de la destrucción del enemigo. El monstruo mitológico es un ser fantástico y simbólico. Y un símbolo no puede morir, simplemente se asimila, se vive, se incorpora.
Jaime Buhigas. Laberintos
La llama se busca, se adapta una a la otra para reanimarse; y ustedes no querrían que el espíritu más sutil, más fino, más activo, más fuerte, no busque su semejante, no se confunda con él, ni siquiera se intercambien pequeñas partes…. ¿Y qué sería de la Naturaleza? ¿Qué sería de mi esperanza en Dios y en la bondad de los hombres, si mi espíritu estuviera cautivo en mí? No tomen el pensamiento por el espíritu: este es una sustancia; el pensamiento no es más que una facultad.
Jean-Baptiste Alliette. Curso teórico y práctico del libro de Thot