Por eso en el budismo mahayana se equipara el universo con una vasta red de joyas, en cuyo seno el reflejo de una de las joyas está contenido en todas ellas, y los reflejos de todas están contenidos en cada una. Como dicen los budistas, «todo en uno y uno en todos». Esto suena muy místico y rebuscado, hasta que escuchamos a un físico contemporáneo explicar la visión actual de las partículas elementales: «En el lenguaje ordinario, esto significa que cada partícula consiste en todas las demás partículas, cada una de las cuales es, en el mismo sentido y al mismo tiempo, todas las otras partículas juntas».
Ken Wilber. La conciencia sin fronteras