Intento llegar a aquellas depresiones donde las corrientes de curso débil se acercan al mar resplandeciendo en anchos espejos, donde toda la prisa del fluir se atempera cada vez más y más, y donde toda la fuerza y toda la aspiración se enlazan con el inconmensurable perímetro del mar […] Amplias superficies de pantanos acompañan las quietas aguas turbias […] Lentamente, con el aliento contenido, con la gran expectativa ansiosa de aquello que hizo espuma y se derramó en lo interminable, sigo a mi hermano, el agua.
Carl Gustav Jung. Liber secundus