El arte subversionado (subversivo + subvencionado) es genuinamente provocador. Pero eso no quiere decir que incida en el público de manera subversiva. Puede ser que nos perturben el mal gusto, la impudicia, la provocación o el insulto, pero, de hecho, lo que se está atacando es nuestra inteligencia: es difícil de creer que un artista pretenda provocarnos con trucos tan viejos.
Alain Deneault. Mediocracia