Después de Descartes, la psicología de la Ilustración hizo desaparecer el Deus de la machina, y en consecuencia sólo dejó la máquina, o mejor, una megamáquina o conjunto de máquinas sin un piloto que las gobierne. La unidad de mente y cuerpo que proporcionaba Dios (pero sólo un Dios epistemológico) en Descartes y Leibniz, ha sido sustituida por este conjunto de máquinas autónomas sin aparente relación entre ellas, pero que fantasmalmente forman una unidad, conocida por el alias de «la mente».
Ángel Alonso-Cortés. El fantasma de la máquina de lenguaje