Puede que el grupo de trabajo subyugado no ponga demasiado interés en el objetivo por el que se libra la batalla: el dominio. No le importa si tiene que pagar sus tributos a uno u otro señor feudal. Su mayor interés yace en el curso de la lucha particular, la cual queda saldada, en todo caso, con sus propias cabezas. Por ello, exceptuando los casos en los que se pone de manifiesto la más feroz y violenta explotación, malos tratos y explotación, las clases más bajas quedan debidamente gobernadas por su misma «conciencia de Estado
Franz Oppenheimer. El Estado: Su historia y evolución desde el punto de vista sociológico