Limitarse a una mujer es muy poco precio para ver una mujer. Lamentarse de que uno solo puede casarse una vez, es como lamentarse de que uno solo puede nacer una vez. No es coherente con la tremenda fuerza de lo que está en juego. Y no manifiesta excesiva sensibilidad por el sexo, sino más bien una sorprendente insensibilidad por él. Estaría loco el hombre que se lamentara por no poder entrar en el Edén por cinco puertas a la vez. La poligamia significa falta de realización del sexo. Es como el que pela cinco peras en el desayuno, una detrás de otra, sin darse cuenta de lo que hace.
G.K. Chesterton. La ética en el país de los duendes