Tal es lo que Nietzsche definió en un aforismo de Humano, demasiado humano como la desgracia de los hombres activos: de poco sirve preguntarles por el fin de su actividad, porque esta es esencialmente irracional. Así «los activos ruedan, como rueda la piedra, conforme a la estupidez de la mecánica».
Jorge Freire. Agitación. Sobre el mal de la impaciencia