Los ricos que basan su día a día en la opulencia, el despilfarro y la ostentación son los máximos enemigos del lujo; las gentes que bajo la infame excusa de la creatividad zozobran en una diletante marejada de estímulos, ingenios y novedades destruyen la posibilidad de todo éxtasis dionisíaco; los turistas impenitentes que reniegan por completo de la patria para vivir en una recolección planetaria de souvenirs y experiencias, son los más feroces verdugos del exotismo.
Jorge Freire. Agitación. Sobre el mal de la impaciencia