Las personas cuya mente es un coche de payasos se dejarán manipular fácilmente por la persona o grupo que les haga sentir bien; ya sea un líder religioso, político, un gurú de la autoayuda o un siniestro foro de Internet. Un coche de payasos arrollará de buen grado a los demás coches de consciencia (a saber, otras personas) con sus enormes neumáticos de goma rojos porque su cerebro racional lo justificará diciendo que se lo merecían; eran malas personas, inferiores, o parte de algún problema inventado.
Mark Manson. Todo está jodido