Conjure una imagen de personas que son demasiado frágiles para enfrentarse incluso al más pequeño de los desafíos de la vida porque se permitieron ser frágiles. Siempre han asumido que por supuesto las cosas irán bien, porque las cosas malas solo les ocurren a las demás personas (posiblemente porque de alguna manera se lo merecen). Por el contrario, como estoicos, debemos aplicar la cláusula de reserva a todo lo que hacemos e incluso utilizarla como un mantra personal: si lo permite el destino.
Massimo Pigliucci. Cómo ser un estoico