Es bueno tener autonomía y control personal. Es bueno ser parte de una comunidad organizada y tener un lugar en ella. Es bueno comunicarse con lo divino. Los tres bienes refuerzan la dignidad humana y la autoestima, pero entran en conflicto entre ellos: nunca ha existido un lugar o tiempo en el que se hayan maximizado los tres bienes a la vez, y de ahí la existencia de los «dilemas morales».
Pablo Malo. Los peligros de la moralidad