Solo aquellas formas de iluminación que conducen a cambios útiles de conducta merecen ser conocidas como tales. Cuando oigo la palabra “espiritualidad”, tiendo a preparar una vara cargada. La mayoría de las personas profesionalmente espirituales, son viles y de ninguna confianza cuando están fuera de servicio, simplemente porque sus creencias entran en conflicto con sus directivas básicas y solo distorsionan su conducta natural temporalmente. Los demonios entonces chillan fuera del sótano en momentos inesperados.
Petter J. Carroll. La magia del caos