El mundo es independiente de mi voluntad.
Ludwig Wittgenstein. Tractatus Logico-Philosophicus
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
El mundo es independiente de mi voluntad.
Ludwig Wittgenstein. Tractatus Logico-Philosophicus
Sin duda esclaviza a un hombre, aunque sea valiente, el conocer las culpas de su madre o de su padre.
Plutarco. Obras morales y de costumbres
Ser mujeres, ser judíos, ser o convertirse en homosexuales, es como haber nacido en un país o en otro. La persona adulta debe extraer de los orígenes que le ha asignado el destino, el máximo provecho posible y la mayor cantidad posible de conocimiento de su propia tierra. Pero a las humillaciones, opresiones y persecuciones que la sociedad ha infligido o inflige a las mujeres, a los homosexuales o a los judíos, estos están obligados a responder como si las humillaciones, opresiones y persecuciones no les ofendieran solo a ellos, sino a toda la colectividad de los hombres. Están obligados a responder no con la miserable combatividad del orgullo injuriado, sino con la indiferencia a los propios hechos personales y territoriales que distingue a la auténtica y adulta libertad.
Natalia Ginzburg. Las tareas de la casa y otros ensayos
Además, ha habido y hay muchos que, buscando el sosiego que digo, se retiraron de la vida pública buscando el refugio de una vida retirada ; entre estos, los filósofos más reconocidos —y, de largo, los más importantes— y ciertos hombres rigurosos y serios no pudieron soportar el comportamiento ni del pueblo ni de sus gobernantes, y algunos de ellos vivieron en el campo, contentos con sus propiedades. La intención de estos era la misma que la de los reyes: no carecer de nada, no obedecer a nadie, gozar de independencia —y propio de esta es vivir tal como quieras—. Por eso, siendo esto coincidente entre los deseosos de poder y estos retirados que he dicho , los unos estiman que podrán conseguirlo si acumulan mucho poder; los otros, en cambio, si se dan por satisfechos con sus magras posesiones.
Cicerón. Los deberes
Todos estamos atados a la fortuna; pero la cadena de unos es de oro y floja, la de otros estrecha y abatida. Pero ¿de qué importancia es esta diferencia, si es una misma la cárcel en que estamos todos, estando también presos en ella los mismos que hicieron la prisión?
Séneca. De la tranquilidad del ánimo
El espectáculo de la obra inacabada atrae al hombre libre tan poderosamente como el látigo impulsa al esclavo.
Simone Weil. Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social
¿Por qué asombrarse si en lugar de ideas casi no encontramos más que opiniones, y en lugar de acción una agitación ciega? Solo podríamos representarnos la posibilidad de un progreso cualquiera en el único sentido verdadero de esa palabra, es decir un progreso en el orden de los valores humanos, si pudiéramos concebir a título de límite ideal una sociedad que armara al hombre contra el mundo sin separarlo de él.
Simone Weil. Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social
Se puede entender por libertad otra cosa que la posibilidad de obtener sin esfuerzo lo que place. Existe una concepción muy diferente de la libertad, una concepción heroica que es la de la sabiduría común. La verdadera libertad no se define por una relación entre el deseo y la satisfacción sino por una relación entre el pensamiento y la acción.
Sería totalmente libre el hombre cuyas acciones procedieran todas de un juicio previo sobre el fin propuesto y el encadenamiento de los medios propios para llevar a este fin. Poco importa que las acciones en sí mismas sean fáciles o dolorosas, y poco importa además que sean coronadas por el éxito. El dolor y el fracaso pueden hacer desgraciado al hombre pero no pueden humillarlo mientras sea el mismo quien dispone de su propia facultad de actuar.
Simone Weil. Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social
La libertad perfecta no puede concebirse como si consistiera simplemente en la desaparición de esta necesidad cuya presión sufrimos perpetuamente. En tanto viva el hombre, es decir en tanto constituya un infinito fragmento de este universo implacable, la presión de la necesidad no se relajará jamás un solo instante. Un estado de cosas en el que el hombre tenga todo el gozo y también la menor cantidad de fatigas que quisiera no puede tener cabida, salvo como ficción, en el mundo en que vivimos.
Simone Weil. Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social
Si amo al mar y a todo lo que al mar se parece, y más aún cuando fogosamente me contradice: si llevo en mí esta alegría del que busca, esta alegría que impulsa las velas hacia lo desconocido; si hay en mi alegría la alegría del navegante: si alguna vez mi júbilo exclamó: «¡Las costas han desaparecido, ahora ha caído mi última cadena — — la inmensidad se agita en torno mío; muy lejos de mí centellean el tiempo y el espacio, ¡vamos!, ¡en marcha, viejo corazón!
Friedrich Nietzsche. Así habló Zaratrusta