La habilidad que necesitamos adquirir en primer lugar y principalmente es la flexibilidad (un sinónimo neutro, y por tanto políticamente correcto, de debilidad): la capacidad de olvidar rápido y desechar sin demora los valores del pasado que se han convertido en obstáculos, así como la capacidad de cambiar todo lo que haga falta con rapidez y sin pesar; y que lo que en realidad tenemos que recordar siempre es la necesidad de evitar jurar una lealtad para toda la vida a nada ni a nadie. Al fin y al cabo, los golpes de suerte aparecen de repente y de la nada y se evaporan con la misma brusquedad; pobres de los imbéciles que, por decisión u omisión, se comporten como si pudiesen conservarlos para siempre…
Zygmunt Bauman. El arte de la vida