Impulsadas por la preferencia temporal, las personas sólo intercambiarán un bien presente por un bien futuro si esperan un aumento de su cantidad de bienes futuros. La tasa de preferencia temporal, que es (y puede ser) diferente de una persona a otra y de un momento a otro-pero que, para todos, sólo puede ser positiva-determina tanto la magnitud de la prima que presentan los bienes presentes en relación con los bienes futuros como la cuantía del ahorro y la inversión. El tipo de interés de mercado es la suma acumulativa de todos los tipos individuales de preferencia temporal, que refleja el tipo de preferencia temporal de la sociedad y equilibra el ahorro social (es decir, la oferta de bienes presentes a cambio de bienes futuros) y la inversión social (es decir, la demanda de bienes presentes que se considera que pueden producir rendimientos futuros).
Hans-Hermann Hoppe. Democracia: el dios que fracasó