Si la vida se divide entre un ámbito doméstico femenino y un ámbito público masculino, si el ámbito femenino está devaluado en relación con el masculino, y si a lo largo del último medio siglo las mujeres han ido ingresando al ámbito masculino y a los hombres se los ha animado a ingresar al femenino, es probable que las mujeres perciban estos cambios como un ascenso, en tanto que los hombres los perciben como un descenso. Es así que la historia también proporciona un punto de referencia para la gratitud.
Arlie Russell Hochschild. La mercantilización de la vida íntima