Lo único que mantiene la vida con vida es «estar impresionado por lo otro». De lo contrario se queda apresada en el infierno de lo igual.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Lo único que mantiene la vida con vida es «estar impresionado por lo otro». De lo contrario se queda apresada en el infierno de lo igual.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa
Los analgésicos, prescritos masivamente, ocultan las situaciones sociales causantes de dolores. Reducir el tratamiento del dolor exclusivamente a los ámbitos de la medicación y la farmacia impide que el dolor se haga lenguaje e incluso crítica. […] La permanente anestesia social impide el conocimiento y la reflexión y reprime la verdad.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa
Si se ataja el dolor, la felicidad se trivializa y se convierte en un confort apático. Quien no es receptivo para el dolor también se cierra a la felicidad profunda.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa
El orden digital allana la cercanía reduciéndola a la falta de distancia, de modo que no duele. Bajo la presión por hacer todo disponible todo se vuelve conseguible y consumible. […] Sin la «distancia primordial» el otro no es un tú. Es cosificado y reducido a un ello. No es interpelado en su alteridad, sino que es apropiado.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa
Hoy estamos perdiendo por completo la desnudez anímica, el estar expuestos, el dolor por el otro. Por así decirlo, nuestra alma está encallecida, de modo que no somos nada sensibles ni receptivos para el otro. También la burbuja digital nos blinda cada vez más frente al otro. La angustia cierta por otros desaparece del todo y da paso a una angustia difusa por sí mismo.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa
El último hombre no es ningún defensor de la democracia liberal. El confort representa para él un valor superior a la libertad. La psicopolítica digital, que hace fracasar la idea liberal de libertad, no perturba su bienestar. Y su histeria por la salud hace que constantemente se esté vigilando a sí mismo. Erige en sí una dictadura interior, un régimen de control interior. Cuando la dictadura interior se topa con la vigilancia biopolítica, esta última no se percibe como opresión, pues viene en nombre de la salud. Por eso el último hombre se siente libre en el régimen biopolítico.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa