Hoy estamos perdiendo por completo la desnudez anímica, el estar expuestos, el dolor por el otro. Por así decirlo, nuestra alma está encallecida, de modo que no somos nada sensibles ni receptivos para el otro. También la burbuja digital nos blinda cada vez más frente al otro. La angustia cierta por otros desaparece del todo y da paso a una angustia difusa por sí mismo.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa