Las ideas de libertad o democracia se deterioran hasta el punto de no ser ya otra cosa que una fe irracional cuando no están basadas en la experiencia productiva de cada individuo, sino que le son presentadas a éste por partidos políticos o Estados que le obligan a creer en ellas…
El hombre no puede vivir sin fe. El problema decisivo para nuestra propia generación y la venidera consiste en si esta fe será una fe irracional en los líderes, en las máquinas y en el éxito, o la fe racional en el hombre, basada en la experiencia de nuestra propia actividad productiva.
Erich Fromm. Ética y psicoanálisis