Si no puedes entender por qué alguien hizo algo, fíjate en las consecuencias e infiere la motivación. Es un bisturí psicológico. Se trata de un instrumento que no siempre resulta adecuado, ya que puede cortar de forma demasiado profunda o en el lugar incorrecto. Puede que sea la última opción a la que haya que recurrir. Sin embargo, en algunas ocasiones su utilización resulta esclarecedora.