¿Qué nos enseñan las «putas»? Nos muestran el corazón de las relaciones sociales, aquello contra lo que se levantan. Por eso una mujer que se apropie de su sexualidad y la exhiba siempre será peligrosa a ojos de los demás y tendrá que asumir el riesgo de que el entorno la castigue, pues aún quedan conquistas que no pasan por los discursos ni las políticas, sino por posiciones que sólo las mujeres pueden tomar, sin nadie que las tutele. Ante las mujeres sexualmente poderosas el resto de mujeres se sienten profundamente impotentes. Aquí no hay sororidad que valga. Las mujeres jóvenes tienen que saber esto, sobre todo aquellas que son bellas y exuberantes. Es una responsabilidad de las adultas explicar honestamente estas dinámicas que al contrario, las feministas olvidan, o directamente hacen creer en lo contrario.
Leyre Khyal. Prohibir la manzana y encontrar la serpiente: Una aproximación crítica al feminismo de cuarta generación