Se ha establecido la igualdad en las leyes, las instituciones y los procedimientos de nuestra democracia, pero no en la autoconciencia del yo. La democracia, con el propósito de realizar históricamente el principio igualitario, decretó la extensión a todos los ciudadanos de la autoconciencia que la aristocracia se había reservado…
Los dogmas
Los dogmas no son concluyentes, sino ocluyentes: taponan el libre juego de nuestros sentidos y la libertad de nuestra razón. No hay dogma cuando alguien dice: «Ésta es mi roca de fondo y ya no me haré más preguntas». En ello consiste antes o después la cordura. Pero sí hay…
Una vida nueva
Se inquietaba mi alma por saber si acaso era posible instituir una vida nueva, o cuando menos adquirir alguna certeza respecto de ello, sin cambiar el orden antiguo ni la conducta ordinaria de mi vida. Muchas veces lo intenté en vano. Pues lo más frecuente en la vida, lo que…
Lo falso por lo verdadero
Muchas afirmaciones y negaciones nacen porque la naturaleza de las palabras se acomoda a ello, pero no la naturaleza de las cosas; por eso, si ignoráramos esto, tomaríamos fácilmente lo falso por lo verdadero. Baruch Spinoza. Tratado de la reforma del entendimiento
El hombre tiranizado
—La condición del hombre tiranizado por sus pasiones es la misma que la de un Estado oprimido por un tirano; Platón. La República
La vida de un amigo de la igualdad
—Vive al día. El primer deseo que se presenta es el primero que satisface. Hoy tiene deseo de embriagarse entre canciones báquicas y mañana ayunará y no beberá más que agua. Tan pronto se ejercita en la gimnasia como está ocioso y sin cuidarse de nada. Algunas veces es filósofo,…
Los malvados
—Es claro que en todo Estado en que veas pobres —dije yo—, hay ladronzuelos, rateros, sacrílegos y malvados de todas especies. Platón. La República
Y a esto lo llaman sabiduría
Todos esos particulares mercenarios que el pueblo llama sofistas, y que juzga que las lecciones que dan son opuestas a lo que el mismo pueblo cree, no hacen otra cosa que repetir a la juventud las máximas que el pueblo profesa en sus asambleas, y a esto llaman sabiduría. Figúrate…
El extremo de la cadena
Nuestros contemporáneos son incesantemente atormentados por dos pasiones enemigas: sienten la necesidad de ser guiados y el deseo de permanecer libres. No pudiendo destruir ni el uno ni el otro de estos instintos contrarios, se esfuerzan en satisfacer a los dos al mismo tiempo. Imaginan un poder único, tutelar, todopoderoso,…
El poder público
Los siglos democráticos son tiempos de pruebas, de innovaciones y de aventuras. Siempre hay una multitud de hombres que están comprometidos en una empresa difícil o nueva que persiguen aparte, sin preocuparse por sus semejantes. Estos aceptan, por principio general, que el poder público no debe intervenir en los asuntos…