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Así se aprende

Frases y fragmentos de libros que te harán pensar

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Frases y fragmentos de libros que te harán pensar

Tema: Estado

Los intereses materiales

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Todo Estado ha sido y es un Estado de clases; al igual que toda teoría de Estado ha sido y es una teoría de clases. Sin embargo, la teoría de clases surge, por necesidad, como un subproducto de distintos deseos y voluntades, no como el objeto ni el resultado de la investigación en sí. Los argumentos sobre los que se basa se utilizan no en aras de instaurar la verdad, sino como armas en el combate de los intereses materiales. Así pues, el resultado no es ciencia, sino ignorancia.

Franz Oppenheimer. El Estado: Su historia y evolución desde el punto de vista sociológico

Una tendencia a la descivilización

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Si las violaciones gubernamentales de los derechos de propiedad siguen su curso, aumentando y haciéndose cada vez mayores, la tendencia natural de la humanidad a acumular un capital creciente de bienes de consumo duraderos y a trabajar con una visión cada vez más a largo plazo, con objetivos más distantes en el tiempo (orientados hacia el futuro), no sólo puede quedar suspendida, sino que puede invertirse por una tendencia a la descivilización: los individuos previsores y responsables se convertirán en borrachos o alucinados; los adultos, en niños; el hombre civilizado, en bárbaro; y los productores, en delincuentes

Hans-Hermann Hoppe. Democracia: el dios que fracasó

Delitos legítimos

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El rasgo distintivo de las violaciones gubernamentales de los derechos de propiedad privada es que, a diferencia de las actividades delictivas, son consideradas legítimas no sólo por los agentes gubernamentales que las llevan a cabo, sino también por el público en general (y, en raras ocasiones, incluso por la víctima). Por lo tanto, en esta situación, la víctima no puede defenderse legítimamente de tales violaciones.

Hans-Hermann Hoppe. Democracia: el dios que fracasó

La esencia real del Estado

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Rousseau concibe el Estado como un contrato social, mientras que Carey atribuye el origen de este a una banda de ladrones. Platón y los seguidores de Karl Marx dotan al Estado de omnipotencia, convirtiéndolo así en señor absoluto por encima de los ciudadanos en todos los ámbitos tanto políticos como económicos. Por su parte, Platón incluso va más lejos y desea que incluso las relaciones sexuales queden reguladas por el Estado. Por otro lado, la escuela de Manchester, alcanzando el extremo opuesto del liberalismo, defiende que el Estado solamente debería realizar funciones policiales de suma necesidad y, por ello, daría lógicamente como resultado un anarquismo científico que debería acabar con el Estado en su totalidad. Desde estos puntos de vista tan diversos y conflictivos, resulta imposible establecer un principio fijo ni formular un concepto satisfactorio sobre la esencia real del Estado.

Franz Oppenheimer. El Estado: Su historia y evolución desde el punto de vista sociológico

Nos ciegan

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“Las pantallas que nos ciegan son transparentes. Omnipresentes e invisibles. Solo comenzamos a percibir furtivamente que las habíamos olvidado cuando el Sistema monta debates para fingir que se critica a sí mismo.”

Philippe Muray. El Imperio del Bien

Lo pagado por lo servido

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Lo más interesante de mi vida es que no fui nada, que no soy nadie, ni tengo nada, ni lo tendré, ni lo quiero. Yo jamás he recibido ninguna adehala, sueldo o gratificación del Estado. Me atengo a lo pagado por lo servido: artículo que escribo, artículo que cobro, y entrada por salida.

Mariano de Cavia. Azotes y galeras

El gobierno de cada uno por los demás

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El pueblo que ejerce el poder no es siempre el mismo pueblo sobre el que se ejerce, y el gobierno de sí mismo, de que se habla, no es el gobierno de cada uno por sí mismo, sino de cada uno por los demás. La voluntad del pueblo significa, en realidad, la voluntad de la porción más numerosa y activa del pueblo, de la mayoría, o de aquellos que consiguieron hacerse aceptar como tal mayoría. Por consiguiente, el pueblo puede desear oprimir a una parte de sí mismo, y contra él son tan útiles las precauciones como contra cualquier otro abuso del poder. Por esto es siempre importante conseguir una limitación del poder del gobierno sobre los individuos, incluso cuando los gobernantes son responsables de un modo regular ante la comunidad, es decir, ante la parte más fuerte de la comunidad.

John Stuart Mill. Sobre la libertad

El rey de los buitres

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Para impedir que los miembros más débiles de la comunidad fuesen devorados por innumerables buitres, era indispensable que un ave de presa más fuerte que las demás se encargara de contener la voracidad de las otras. Pero como el rey de los buitres no estaba menos dispuesto a la voracidad que sus congéneres, resultaba necesario precaverse, de modo constante, contra su pico y sus garras. Así que los patriotas tendían a señalar límites al poder de los gobernantes: a esto se reducía lo que ellos entendían por libertad.

John Stuart Mill. Sobre la libertad

El humor oficial

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Recordemos, antes que nada, que el humor es solo una técnica, una herramienta, un arma como otro cualquiera, cuyo efecto específico consiste en disolver, corroer y desmontar estructuras, y que por tanto, hablar de «humor corrosivo» es caer en una pura redundancia.

Cualquier poder que aspire a perpetuarse debe no ya reprimir o directamente eliminar a bufones, albardanes e impíos–como, diríamos, ocurriera en el pasado–, sino más bien generarlos en su seno, alimentarlos y distribuirlos correctamente para la implantación de su humor; un humor que recibirá todos los honores de Estado y cuya oficialidad no sofocará quizá todo conato de humor enemigo, pero sí al menos su temible propagación.

No sorprende, por tanto, que los actuales aficionados a la stand-up comedy tengan el rictus mortecino, pues con dicho humor ocurre más o menos lo mismo que con la felicidad: cuanto más tiempo le dedicas, menos hueco vas dejando para la alegría.

Jorge Freire. Agitación. Sobre el mal de la impaciencia

La felicidad y la satisfacción

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La felicidad y la satisfacción, la ecuanimidad del alma y el sentido de la vida: estos solo pueden ser experimentados por el individuo y no por el Estado, que, por otro lado, no es más que una convención de individuos independientes.

Carl Gustav Jung

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