No importa cuán grandes sean las ambiciones de una persona, al menos debe comenzar antes de poder alcanzar la cima. Una vez iniciado, no es difícil progresar. Cuanto más difícil o desagradable es el trabajo, más urgente es realizarlo. Cuanto más espera, más difícil y aterrador se vuelve. Esto es un poco como disparar un arma. Cuanto más tiempo apuntes, menor será la posibilidad de que aprietes el gatillo.
John D. Rockefeller. Las 38 cartas de J.D. Rockefeller a su hijo: perspectivas, ideología y sabiduría