Un hombre ingenioso se entretiene de maravilla en la más absoluta soledad con sus propios pensamientos y fantasías, mientras que un hombre sin chispa se aburre a pesar de la continua variedad de obras de teatro, fiestas y excursiones. Un carácter bueno, moderado y dulce puede estar satisfecho en circunstancias muy modestas, mientras que un carácter malo, ávido y envidioso no lo está ni con todas las riquezas posibles.
Arthur Schopenhauer. El Arte de ser feliz