Estamos en camino de producir una raza de hombres demasiado modestos mentalmente para creer en la tabla de multiplicar. Corremos el peligro de ver filósofos que dudan de la ley de la gravedad como si esta fuese una mera fantasía propia. Los burladores de la antigüedad eran demasiado orgullosos para ser convencidos; pero los de hoy son demasiado humildes para ser convencidos. Los mansos efectivamente heredan la tierra; pero los escépticos modernos son demasiado mansos incluso para reclamar su herencia.
G.K. Chesterton. Ortodoxia